martes, 21 de abril de 2009

Consejos para una danza segura

Extraído de http://www.raqs.co.nz/safedance/index.html
Traducido por Lilyane

"La Danza Oriental es muy segura si se realiza correctamente.
Sin embargo, hay algunas trampas para las bailarinas que trabajan por su cuenta o cuyas profesoras no están suficientemente informadas o entrenadas.

Aquí hay algunos puntos generales:

No soy fisioterapeuta pero a lo largo de los años he adquirido algunos conocimientos gracias a varios fisioterapeutas que tenían conocimientos específicos sobre la danza oriental. Estoy aquí sentada con unas nueve páginas de notas del 2000 que consolidan y expanden los tres años previos de trabajo. No soy fisioterapeuta, pero en la tierra del ciego… Creo que 20 horas de entrenamiento me dio algo de conocimiento que merece la pena transmitir.
Lo primero es que necesitas ponerte en manos de alguien que sepa lo que está haciendo, que asesore según las necesidades de la alumna y que enseñe los ejercicios de una forma correcta.
  • Calentar antes del estiramiento. Porque estirar no es calentar. Un calentamiento debería aumentar el pulso y hacer que la sangre fluya hacia los grandes grupos musculares. Se estira cuando el cuerpo está «caliente»: primero los músculos, luego las articulaciones y por último los nervios.
  • Delimitar el problema. Si el problema es un tirón en un tendón, entonces estira solo ese tendón. Es improbable que realizar estiramientos generales resulte efectivo ya que la zona meta podría no estirarse debido al bloqueo o si el resto es flexible se estirará pero la zona agarrotada permanecerá así.
  • El cuerpo engaña. Si le pides al cuerpo que realice un movimiento, normalmente lo hará de la manera más sencilla. Por ejemplo, si la parte alta de tu espalda tiene poca capacidad de rotación, podría parecer que estás haciendo el giro pero lo estarías realizando con la parte de abajo de la espalda. Esto podría causar dolor o lesiones.
  • Capacidades y control. Cada bailarina tiene que comprobar la capacidad y el control que tiene sobre cada parte de su cuerpo. Normalmente está claro cuando a una alumna le falta flexibilidad. También es obvio cuando dicha alumna no va a poder realizar determinados movimientos o si lo hiciera resultaría lesionada. Sin embargo, lo que se pasa por alto frecuentemente es que la flexibilidad sin control también podría resultar en lesiones a largo plazo. Algunas alumnas necesitarán estiramientos; algunas, fuerza y control y otras ambos.
  • Requiere tiempo. Algunas personas no están preparadas para determinados ejercicios. Necesitas trabajar los básicos primero o encontrar otro ejercicio con el que alcances el mismo fin mientras pones a punto tu condición física.
    No puedes estirar solo en una clase a la semana. Incluso aunque estires durante toda la hora. El estiramiento (y los trabajos de fuerza y control) tienen que continuarse en casa si la alumna quiere mejorar.
  • Progresión. El desarrollo de las capacidades motoras y de control de cada persona encaja en la llamada campana de Gauss (un término estadístico). La mayoría están en la media, algunas son muy pobres y otras destacan por encima de la media. Una de nuestras metas como profesoras es empujar a nuestras alumnas hacia el mejor final posible de la curva. Pero estamos limitadas, no solo por la voluntad y habilidad de la alumna para trabajar en sus áreas problemáticas sino también por sus condiciones físicas.
    De la misma forma, lo que algunas alumnas o profesores pueden hacer sin problemas podría causar dolor o lesiones a otras alumnas. No todas somos iguales.
  • Postura. La primera fuente de información que las profesoras podemos usar para predecir los problemas potenciales de la alumna es su postura. ¿Cuál es su postura habitualmente fuera de clase? Es decir, ¿cómo está de pie?
    Observa cómo ejecutan los movimientos. Por ejemplo, doblar bien la espalda y por dónde la doblan: puede haber problemas si la curva es muy cerrada en lugar de mantener una curva constante y suave.
    Algunos movimientos no son aptos para principiantes. Buena parte de nuestro trabajo requiere control abdominal para proteger la espalda: ondulaciones o doblar la espalda, por ejemplo. También el trabajo con velo y brazos serpenteantes repercuten en la posición del tórax.
    Por regla general, espera unos 12 meses de entrenamiento para una persona no entrenada para que este preparada para pensar en ondulaciones o curvaturas de la espalda. Algunas personas no consiguen nunca hacerlo de forma segura.
  • Que no haya dolor no significa que no haya daño. La repetición de un movimiento incorrecto puede causar una lesión con el paso del tiempo.
  • Hazlo conscientemente. No lo tienes hasta que no tienes que pensar en ello. No puedes estar pensando en mantener los abdominales mientras estás haciendo una ondulación o mientras trabajas brazos. Si aún necesitas pensar en qué hacer con los abdominales es que aún no estás preparada para el siguiente paso."

2 comentarios:

  1. Buenos consejos, si señor. tan joven y lo que vales, guapa!! Sigue así!! te dejo un regalito en mi blog arca oriental!!

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  2. Me ha parecido la mar de interesante, de verdad. Qué importante es calentar! Hace poco tuve una tendinitis en un hombro por no haber calentado lo suficiente...

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